
Miren bien al hombre sabio
cuando al crisol va corriendo,
porque él ve en el sufrimiento
sabiduría de lo alto...
En la hornaza del Dios Santo
el entendido se goza;
pues al fundirse la escoria
el oro es purificado
y, el que aprende de lo amargo,
jamás se verá en derrota.
Es nacida la victoria
de la cruz del Hijo Amado;
del martillo, de los clavos;
de las espinas y heridas,
y hay pulcritud en la vida
que por el horno ha pasado.
¡Buena cosecha de sabios
dan las llamas del dolor!
¡Hoy gozamos del perdón
del precio por Dios pagado!
El crisol
Autor:
Maximino Amado M.P.
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