y las aves de rapiña han devorado mis sueños...!
¿Quién puede soportar un ardiente sol
si ha caído en pedregales...?
¡Las plantas se secan en un ambiente empobrecido!
¡Y más si no encuentran profundidad de tierra para arrigarse!
Si yo caí entre espinos que crecieron y ahogaron
mis anhelos de crecer y fructificar,
¡La culpa no la tuvo nadie!
Me declaro culpable, porque muchas veces
no supe equilibrar mi vida,
sino que la eché a nadar en un mar de desastres,
Pero la fe... y los sueños pueden recuperarse,
Si uno busca caer en tierra buena y bendita,
y reverdecer en una nueva vida
donde la gracia nos llene
de bien y de dicha cada día.
¿Acaso vivir POR vivir es igual a vivir PARA vivir?
¡Aquí no hay dilema alguno,
porque el agua está clarita!
¡vivir para vivir es un don indispensable!
Es lo que nuestro ser necesita!
Vivir para vivir.
Original de
Maximino Amado M.P.
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