Eva, ¿dime si la dichosa higuera
aun lleva de tu piel, perfume?
Eva, ¿dime si aquella culebra
lleva tus ojos azules
en cada mirada que encubre?
Vestido te fue una planta
encajada de mil luces,
y aquel ser que ahora se arrastra
nunca igualará lo dulce;
lo dulce de tu destello
al cabalgar por las nubes;
tu don de hablar con el cielo
cual lo hicieron las dos cruces
en tarde de oscuridad
donde decayó la lumbre.
vístete de majestad
oh, Eva que el día es nuevo!
Deja la higuera detrás,
dile no a la pesadumbre;
que el bien ha vencido al mal
y eso no hay quién lo dude.
Dichosa higuera.
Autor:
Poeta: Maximino A.M.P.
